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Cómo lavar un pañuelo de seda. Cómo secar, planchar y guardar un pañuelo de seda para que no se estropee.

Cómo lavar un pañuelo de seda. Cómo secar, planchar y guardar un pañuelo de seda para que no se estropee.
En primer lugar, si tenéis una mancha localizada en vuestro pañuelo, como puede ser una mancha de pintalabios, no os preocupéis, cogéis un poco de jabón de lagarto diluido en la yema de los dedos y lo aplicáis suavemente en círculos para no deformar la fibras de la seda. Con el resto del pañuelo, que tendréis metido dentro de un balde con agua templada, simplemente lo laváis con jabón de PH neutro, pudiendo serviros el jabón corporal. Eso sí, no lo dejéis en remojo. Esto es muy importante. A continuación lo colgáis de la barra de la bañera o ducha, la mitad para cada lado, para que escurra la mayor cantidad de agua posible, y al cuarto de hora lo descolgáis y lo colocáis sobre una toalla que previamente habéis estirado sobre una mesa. Luego, sobre el pañuelo estiráis otra toalla y lo dejáis así sobre una hora. Luego lo volvéis a colgar en la barra de la bañera. Jamás los colguéis con pinzas, porque las fibras se deformarían de modo irreversible, ni lo colguéis en el exterior para que se seque al sol. Los rayos ultravioletas queman todo tipo de color. A continuación pasamos a plancharlo. Para esto es importante tener dos telas blancas de sábana de algodón. Una de ellas la estiraremos sobre la tabla de planchar. Sobre ésta tela colocaremos nuestro pañuelo de seda y sobre éste la otra tela blanca de algodón. Por cierto, el pañuelo lo tenemos que planchar del revés, para que no se nos vayan deteriorando los colores. Humedecemos con agua la tela blanca de algodón con un pulverizador y luego planchamos con la plancha seleccionada la opción de ropa delicada o silk. Por último, nos dispondremos a enrollarlo para ser guardado. Colocamos uno o dos papeles de seda (según el tamaño del pañuelo de seda), y sobre éste estiramos el pañuelo. Luego cogemos un tubo de cartón de no más de tres centímetros de diámetro. A continuación enrollamos nuestro pañuelo de seda con cuidado, sin apretarlo. Para finalizar, cerramos los laterales con dos gomas elásticas, ya que hemos dejado que el papel de seda sobresaliese un poco por los laterales. Cuando pongáis las gomas tened cuidado de no pillar la tela del pañuelo de seda, para que no quede la marca.
Bueno, espero que estos consejos os puedan servir para disfrutar durante muchos años de la agradable sensación de sentir la caricia de un auténtico pañuelo de seda 100 % natural.